Un amigo y yo discutimos recientemente sobre las mascotas de la familia. Su familia había adoptado recientemente un perro, y él señalaba que aunque sus hijos habían prometido fervientemente cuidar de la mascota con la mejor de las intenciones, no tenían necesariamente el mejor historial de seguimiento. Al cabo de los primeros meses, él y su mujer se encontraron con el 90 % de las responsabilidades. Me reí, pero también sé que nuestra familia puede tener la misma experiencia cuando tengamos una mascota.
Independientemente de quién asuma la mayor parte de la responsabilidad de un animal de compañía a largo plazo, la conversación me hizo pensar en los numerosos y valiosos momentos de enseñanza que pueden presentarse cuando se incorpora una mascota a la familia. Aunque los padres suelen utilizar la tenencia de mascotas como herramienta para enseñar la responsabilidad general, existen grandes oportunidades para aprovechar la experiencia para impartir también lecciones relativas a la responsabilidad financiera.
Probar antes de comprar y emprender
Los niños y adolescentes no siempre comprenden las consecuencias a largo plazo de sus decisiones. Sin embargo, si puedes conseguir que cuiden de las mascotas de vecinos o amigos (con tu presencia para supervisar si es necesario), podrán experimentar el equilibrio entre el trabajo y el disfrute que supone tener una mascota antes de tomar la decisión final de acoger o adoptar una mascota propia.
Incluso puede ser una buena forma de crear ingresos y fomentar el espíritu empresarial. Podrían ofrecer a sus amigos y vecinos un servicio: los primeros paseos del perro, las revisiones o los cambios de la caja de arena como obsequios y luego cobrar una pequeña cuota por sus servicios. Aunque sólo cobren 5 o 10 GBP por visita, la experiencia les ayudará a hacerse una idea de las responsabilidades que conlleva la tenencia de un animal de compañía, al tiempo que practican el espíritu empresarial y aprenden sobre el esfuerzo necesario para tener éxito y las recompensas que puede reportar la puesta en marcha de un negocio. Además, si pueden acumular ingresos propios gracias a la experiencia, puede considerar la posibilidad de que contribuyan a cubrir parte de los gastos de adopción.
Cómo crear y seguir un presupuesto
El verdadero trabajo (y la diversión) comienza una vez que traes una mascota a casa. Imagínese esto: sus hijos se han enterado de las muchas responsabilidades que conlleva tener una mascota y se encargan de todas las tareas básicas asociadas... un padre puede soñar, ¿verdad?
Aunque tus hijos no se ocupen de estas tareas con la determinación que esperabas, puedes enseñarles lecciones financieras haciéndoles partícipes de todas las decisiones y transacciones financieras relacionadas con sus mascotas y enseñándoles a crear y seguir un presupuesto. Dígales que empiecen por enumerar los gastos necesarios, como la comida, las revisiones veterinarias y los juguetes. A continuación, trabajen juntos para investigar los costes previstos y crear un plan. Hay una gran diferencia en el presupuesto necesario para llevar a casa un pequeño pez de colores frente a un gato o incluso un perro grande. El hijo de un amigo se enamoró de la equitación tras participar en este deporte en un campamento. Ahora, además de cuidar del perro de la familia, mi amigo y el niño están explorando la posibilidad de apuntarse a clases de equitación o incluso apadrinar un caballo.
Si quieres enseñar a tus hijos a hacer un presupuesto en este contexto, necesitarán un ingreso para cubrir sus gastos. El dinero puede provenir de una asignación, de un trabajo continuado de cuidado de mascotas o de un trabajo a tiempo parcial si tienen la edad suficiente. O puede que tengas que financiar una cuenta especial para el cuidado de mascotas que ellos ayudan a gestionar.
La importancia de ahorrar para cubrir los gastos a largo plazo
Aunque un presupuesto está pensado principalmente para cubrir los gastos del día a día, también es una herramienta importante para planificar el futuro.
Para ayudar a enseñar a tus hijos la importancia del ahorro, asegúrate de enseñarles a reservar dinero en el presupuesto para gastos a largo plazo. Los gastos a largo plazo pueden incluir regalos para las vacaciones de la mascota, gastos de alojamiento o de custodia de la mascota cuando la familia viaja o incluso un fondo médico de emergencia para las visitas al veterinario. El alojamiento y la atención médica pueden ser bastante caros. Para ayudar a fijar las expectativas de su hijo y establecer objetivos de ahorro, investigua sobre su mascota o raza de mascota y basa sus planes de ahorros
sobre la información que encuentres.
Las cuentas de ahorro tangibles, como un tarro etiquetado con el objetivo de ahorro, podrían ser una buena opción si sólo hay que ahorrar una pequeña cantidad de fondos. A medida que crecen las necesidades de ahorro, puede ser una buena oportunidad para abrir una caja de ahorros o caja corriente donde su hijo puede depositar dinero y practicar el uso de una cuenta.
En resumen:
Para niños y adultos, aprender sobre el dinero puede ser difícil cuando es sólo un concepto abstracto. Al vincular la perspectiva de tener y cuidar una nueva mascota con la importancia de ganar, presupuestar y ahorrar dinero, puedes ayudar a enseñar a tus hijos la responsabilidad financiera e inculcarles hábitos monetarios que podrían servirles para el resto de sus vidas.
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